Las Comunidades indígenas, negras, campesinas, urbanas, sectores estudiantiles, obreros,
movimiento de víctimas de crímenes de Estado,   defensores de los derechos de los pueblos,
humanistas, académicos y   artistas populares del Valle del Cauca hemos venido exigiendo
reiteradamente el cumplimiento a la palabra del gobierno y este nuevamente miente, engaña a la
opinión pública Nacional y confunde a la comunidad internacional.
Muchas veces nos hemos sentado a dialogar, hemos participando en las mesas de garantías,
hemos firmado acuerdos que continúan sin cumplirse, les hemos exigido participación, inclusión,
respeto a la diversidad y al  pensamiento propio que defiende el buen vivir y el bienestar de nuestras
comunidades, pueblos y sectores y el gobierno nuevamente quebranta su palabra.
Nos paramos duro para decirles que le seguimos apostando a la Paz, pero con participación de la
sociedad, donde los acuerdos regionales y nacionales se cumplan. Donde se nos consulte y no se
impongan los grandes macro proyectos económicos rurales y urbanos, los proyectos mineros y de
infraestructura, la llamada  Alianza Pacifico, las obras de infraestructura, los megaproyectos
urbanos,  las políticas educativas y de salud.
Nos paramos duro contra un mal gobierno que pretende firmar un acuerdo de paz,  con la misma
pluma que firmo los diecisiete (17) Tratados de libre comercio, los contratos de infraestructura, las
licencias de exploración y explotación de nuestros recursos Naturales,  la venta de las empresas
públicas, la privatización de la salud, el agua, la educación, la venta de ISAGEN y promueve  la
Un Gobierno que habla de Post conflicto y somete a los desplazados del campo a nuevas re
victimizaciones en la ciudad. Un gobierno que cuando el Pueblo sale a las Calles a expresar sus
inconformidades y  reclama cumplimiento a los acuerdos logrados  producto de la movilización social
lanza su ofensiva con el Escuadrón Móvil Antidisturbios, ESMAD,  uno de los más bárbaros de todos
sus ejércitos. Un gobierno que el pasado 30 de Mayo baño nuevamente con sangre la carretera
cabal Pombo cuando los indígenas y campesinos salieron a las vías a exigir paz y participación.
Nuestro deber ético es seguirnos sumando y elevando las voces de los pueblos que sufren el rigor
del despojo en el campo y la ciudad. Nuestro propósito es que se escuchen todas las voces de Paz.
Nuestro sueño una Colombia en la que la paz transformadora, integral y participativa sea semilla
La Gran Minga de los Pueblos, sigue tejiendo la palabra y  exigiendo que se cumpla la palabra y se
hagan efectivos los compromisos  emanados de las cumbres campesinas y populares del 2004,
2006, de la Minga de resistencia social y comunitaria del 2008, y  los acuerdos de las movilizaciones
“Que todos se levanten, que vengan todos y todas, que nadie se quede atrás”.

POR EL BUEN VIVIR, UNA REFORMA AGRARIA ESTRUCTURAL Y UNA CIUDAD DIGNA.
MINGA NACIONAL AGRARIA, CAMPESINA, ÉTNICA Y POPULAR
¡Sembramos Esperanza, Cosechamos País!