La conmemoración del 8 de marzo comenzó antes que despuntara el sol. Con una alborada político cultural convocada por Sintraunicol se aperturó la conmemoración a la lucha femenina por resistir, garantizar y sostener históricamente las distintas formas de vida sin condición. Dejando en claro que los discursos y decisiones de quienes ostentan el poder, tiene implicaciones directas sobre nuestros cuerpos y realidades. Definitivamente no alcanzaremos verdaderas transformaciones si como sociedad no asumimos la tarea de revolucionar nuestras ideas de género y cuestionar las prácticas patriarcales que continúan normalizando los feminicidios raciales, étnicos, neoliberales.